domingo, 3 de noviembre de 2019

Doctor Sueño (2019)


Doctor Sueño (Mike Flanagan 2019) es una película contra un mito un tanto peculiar. Es normal que las películas de terror tengan maldiciones, pero en este caso sabemos que la maldición fue la Stephen King hacia la adaptación que Kubrick había realizado de su novela El resplandor, en 1980. Es un caso muy conocido, por lo que no es necesario que entremos en ello. Por eso choca un poco el camino elegido para este Doctor Sueño, una secuela de lo ocurrido en El resplandor.
La película ha sido dirigida, escrita y montada por Mike Flanagan, un especialista en películas de terror, ya sea para la televisión o el cine. Es indudable que el género de terror está viviendo una resurrección (nunca mejor dicho) que lo está convirtiendo en uno de los géneros más vitalistas y productivos a través de determinadas series que van de muñecas malvadas a tableros con demasiada iniciativa, como ocurre con "Ouija. El origen del mal" (2017), una de las obras previas de Flanagan.
Pero El resplandor es otra cosa. Es una película de culto de uno de los directores de culto de la historia del cine. Si Kubrick hizo "su" El resplandor frente a King, Mike Flanagan no ha podido hacer en su totalidad su Doctor Sueño frente a Kubrick, ante el que ha tenido que rendirse finalmente.


Tengo sentimientos mezclados respecto a lo que he visto en Doctor Sueño. Podemos decir que la historia comienza y acaba en lo que fue el mayor logro de Kubrick: la conversión viso-espacial del terror. En aquella película, el protagonismo lo tenía el espacio del hotel, un espacio recorrido por un niño, el hijo del enloquecido Jack Torrance, Danny que es el protagonista ya adulto de esta nueva entrega cinematográfica de S. King.
El espacio era esencial en la película, un espacio recorrido en sus laberintos de interiores (pasillos), exteriores (el jardín de los setos) y mentales (las apariciones fantasmales). La película de Flanagan busca una acción tensa, pero finalmente necesita de lo que era el sello visual de Kubrick. El valor de la película nueva es hacernos apreciar el sentido de la vieja, la realizada en 1980.
Si lo comparamos con las recientes It (2017 y 2019), ambos capítulos, veremos que igualmente, el director ha sabido crear el espacio específico para el payaso Pennywise, algo integrado en la propia historia como búsqueda de los desaparecidos. Todo nos lleva a ese espacio en el que "todo flota".


Por el contrario, en Doctor Sueño, no hay esa fijación del espacio, quizá con la excepción de la pared de la habitación de Danny Torrance, convertida en forma de comunicación. El espacio es inexistente. Los personajes se mueven de un lado a otro (tanto héroes como villanos) impidiendo la formación de algo necesario para la obra. De esta forma solo quedan las montañas y el hotel Overlook, el espacio creado por Kubrick.
Los intentos de convertir a nuevos actores en los viejos personajes (Jack Nicholson, Shelley Duvall, el propio hijo) lleva a momentos un poco "extraños", en los que debemos creernos que un actor con cejas puntiagudas es el viejo Jack Torrance con cara de Nicholson o la repetición del famoso plano del hacha con la puerta, etc. Son momentos en los que el recuerdo juega en contra de la película, que quizá se deberían haber resuelto de otra manera.


Hasta la música está vinculada al espacio. Las repetitivas notas que nos advierten del peligro cambian cuando la cámara nos muestra ya las montañas que llevan al hotel, momento en el que el director se siente poseído por el espíritu de Kubrick. 
Demasiados fantasmas y homenajes de planos que no tienen sentido más que como una rendición incondicional al genio de Kubrick. No se puede entender más que de esta forma.
Lo mejor de la película es la interpretación de Kyliegh Curran, como la joven Abra Stone, que cumple a la perfección su papel y, además, es libre de no tener que parecerse a nadie, lo que le permite ser natural en su interpretación. Ewan McGregor es un buen actor capaz de muchos papeles, entre ellos este de hijo de Jack Torrance. Rebecca Ferguson es quizá demasiado sofisticada para este papel de mala milenaria, pero no es culpa suya. Los demás proscritos de ultratumba cumplen con su diabólico cometido. El siempre eficaz Bill Curtis está bien en su papel de amigo y compañero de Ewan McGregor.
Como he dicho, este Doctor Sueño no me acaba de convencer, pero tiene el valor de servir para comprender las relaciones que se establecen entre un texto cinematográfico importante, un autor renegado y un director que se tiene que enfrentar a lo que no quería para resolver un problema.
El Hotel Overlook es demasiado poderoso. Sus imágenes quedaron prendidas en el recuerdo y por más que se tratara de un ejercicio de distanciamiento, al final la lógica de la atracción gravitacional ha hecho que la película de más masa atraiga a que tiene menos. Quizá no seamos justos al comparar dos películas de esta diferencia. Pero lo cierto es que es ella misma la que nos invita a hacerlo.
J.A.


Doctor Sueño (Doctor Sleep 2019)    
Director: Mike Flanagan
Guión: Stephen King (autor), Mike Flanagan
Intérpretes: Rebecca Ferguson, Ewan McGregor, Kyliegh Curran, Cliff Curtis, Bruce Greenwood, Emily Alyn Lind, Zahn McClarnon



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