sábado, 24 de julio de 2021

El cover (Secun de la Rosa 2021)

 


Los dos principales méritos de El cover, el filme escrito y dirigido por Secun de la Rosa, son —a mi entender— no haberse dejado arrastrar por una historia a la americana, los jóvenes que van a Los Angeles para ser artistas y que acaban de camareros, sirviendo mesas. El truco de Secun de la Rosa es coger la historia tradicional y darle la vuelta, convertirla en la del joven que no quiere ser estrella cuando tiene condiciones para serlo.

Pero esta historia se nos disuelve rápidamente en algo mucho más interesante, esas dos características que señalábamos al principio. La primera de ella es el tratamiento del espacio. Sabedor que sería ridículo comparar Los Angeles con Benidorm, de la Rosa toma una decisión inteligente: convierte a Benidorm en una abstracción, en una especie de entelequia de luces y figuras geométricas, un espacio simbólico, arquetípico. De hecho, lo sorprendente es la estilización que logra de una ciudad monstruosa, una excrecencia ladrillar. El Benidorm de Secun de la Rosa es una brillante construcción mítica, lejos de cualquier reconstrucción turística, como estamos viendo en tantas películas españolas (y algunas extranjeras) en las que se buscan subvenciones a base de reproducir monumentos, lugares pintorescos y edificios representativos. Benidorm es el borde exterior de la trama, un tercer anillo envolvente, el límite espacial. Obviar una ciudad que te rodea convirtiéndola en un escenario simbólico es un ejercicio que de la Rosa ha sabido resolver.



Como es el director y el guionista, el acierto hay que atribuírselo directamente a él, con la inestimable ayuda de los encargados de cámara y fotografía Amando Crespo, Santiago Racaj y Johnny Yebra, un aspecto importante de la película. La fotografía sirve para aislar a los personajes en determinados momentos, a través de las lentes adecuadas, convirtiendo el entorno en ese espacio evanescente, que es Benidorm, fragmentado en tres o cuatro microespacios diferentes, del bar en el que trabaja Dani (Álex Monner) al bar donde actúan El Spanglish, la playa, la residencia del abuelo y esas calles por las que se circula como si fueran recorridos imaginarios, solo marcados por las luces de fondo.

El trasfondo de la película es una pregunta: qué significa ser "auténtico" en un mundo en el que nadie lo es, que —traducido por los propios personajes en la película— se expresa en un "¿por qué querer ser un desgraciado cuando se puede ser feliz?". La felicidad la alcanza cada uno como puede o, para ser más preciso, se la hace cada uno con su propio personaje. La reflexión sobre qué es ser uno mismo da ciertos toques existenciales a la película, pero el consejo es muy "mediterráneo": se feliz con lo que tienes y no te preocupes tanto por los demás y lo que puedan opinar de ti.



Esto nos lleva al segundo gran acierto de la película de Secun de la Rosa: los personajes. Alrededor del personaje central, Dani, comienzan a aparecer tres generaciones muy distintas: su abuelo (bien interpretado por Juan Diego), la gente de la generación de sus padres, los que han sobrevivido (representados por Carmen Machi y Susi Sánchez, también estupendas) y después todo un repertorio de personajes que viven una extraña vida, entre la realidad y la fantasía, imitando a cantantes, como es el caso "Adele/Sandra" (Marina salas) o "Amy" (Carolina Yuste), dos actrices que saben dar cuerpo y alma a sus personajes. No es fácil, pues la película nos va descubriendo las debilidades de los que prefieren vivir escondidos tras los personajes que imitan antes que mostrarse ante los demás. Esto se nos muestra especialmente a través del personaje de Carolina Yuste, una gran interpretación, como una Amy Winehouse, un personaje real torturado que le sirve para realizar su propio sueño vital.



Hay una lectura de la película y es precisamente el grado de agresividad que se vive en las distintas generaciones. El retrato que se hace de la generación actual, la de los protagonistas, creo que está dotado de mucha más profundidad de lo que es habitual. En este sentido, la historia de fondo, la que lleva a vivir dentro de los personajes que eligen para vivir a través de ellos acaba componiendo un mosaico que es el verdadero retrato de la película, su fondo sobre esa diluida ciudad que les rodea.

Uno de los elementos más flojos en muchas películas españolas es el guión. No es así en este caso; hay historia. Y si los actores acompañan, como es el caso, la película se desliza ante nosotros con una naturalidad que no siempre está presente en nuestro cine.

Lander Otaeola sabe dar el tono a su personaje del amigo de Dani. El resto —y la película tiene muchos alrededor del personaje central, interpretado por Alex Monner cumple con creces tanto individualmente como en su coralidad. Hay que señalar que en la película la música (como acción y metáfora)  es el fondo que sirve para empastar todos los elementos, de la historia a los personajes. Es el aliño que hace que todo cuadre, dando consistencia a los espacios y a los personajes. Magnífica la larga secuencia en El Spanglish, el local donde se dan las interpretaciones, en las que cada grupo se nos muestra a través de una canción, mostrando una amalgama que, sin embargo, funciona. Es una magnífica secuencia que permite unir todos los elementos, una secuencia de gran complejidad técnica e interpretativa que se resuelve a la perfección por parte de todos.



Los personajes más pequeños tienen su drama, su sentido dentro de la película, adquiriendo consistencia en ese mundo fantástico en el que viven, un lugar falso en el que crearse un personaje para subirse a un escenario y cantar cada noche a turistas que nada les importa. Pero lo importante, como se señaló, es cómo vives tú tu propia vida.

El cover es sobre todo es un retrato generacional, una película que viene bien en estos momentos de confusión, que es lo que se refleja en la película, de miedo a ser uno mismo. Elegir un rostro, una voz, un estilo, para avanzar por una vida dura, sin concesiones. Pero vivir. ¡Cómo no se pueden enamorar dos personas a las que les gusta Bambino! El destino es el destino.

Le deseamos a El Cover un buen recorrido este verano. En el cine, en la primera sesión, estábamos dos personas. Espero que estas líneas animen a algunos a pasar una tarde de verano en una fresca sala de cine escuchando su música y viendo ese paisaje de luces. Merece la pena dedicarle un rato a algo que se hace con esfuerzo e ilusión.

 

Joaquín Mª Aguirre

 

 


 

El cover (2021)           

Director y guionista: Secun de la Rosa

País: España

Intérpretes: Álex Monner, Marina Calas, Carolina Yuste, María Hervás, Susi Sánchez, Carmen Machi, Juan Diego, María Hervás, Lander Otaola,  Lidia Mínguez...

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