Dentro del Universo Marvel, Thor es un elemento extraño
en muchos sentidos. El primero y más evidente es precisamente su carácter
anterior al mundo de los cómics. Thor es un inserto proveniente de la mitología
nórdica dentro del carácter sincrético que tiene el universo. Thor llega con
Odín, Valkirias y Loki como acompañantes y con unos miles de años de
recreaciones previas de historias escritas y diversificadas.
Con “rubio+músculos+martillo+Asgard & Family” se
construye el mito de Thor. Pero hay que hacerlo dentro de un universo más
amplio, rodearlo de enemigos propios y ajenos, es decir, ir más allá de los
suyos tradicionales. Thor tiene su vida en Asgard, pero también en la Tierra y
en otros planetas del universo. Thor es el héroe más vapuleado, al que de
dejamos fondón y dándole a la cerveza, lejos de estar en forma. Quizá haya sido
el que más ha padecido la inversión de su imagen para beneficio de la comedia.
Esto se vio claro tras el intento dramático del segundo episodio en el que
Kenneth Brannagh intentó hacer algo serio con él.
Thor y su hermano Loki, por su parte, han formado un dúo cómico
rivalizando sus egos que ha hecho delicias en episodios anteriores. Por
resumirlo, creo que Thor es el más vapuleado de los héroes siguiendo el
principio de que cuanto más alto estás, más dura es la caída. Pero las caídas
están muy bien en las comedias.
En Love &
Thunder, Thor sigue la senda de Ragnarok,
reírse de sí mismo llevándose al personaje de paseo por el suelo raso de las
emociones, humanizando el mito y dotándolo de una comicidad plena. Pronto
comprendieron que en el Universo Marvel no se podía basar todo en el músculo y
que la comedia era la vía para conectar con un enorme público infantil,
adolescente y adulto ensartando los niveles adecuados de complejidad para cada
grupo. De esta forma se dan diferentes lecturas del mismo texto y todos salen
contentos. Esto es lo que ocurrió en el día del estreno donde el público
asistente reflejaba todos los posibles grupos de edad y salían cada uno
satisfecho a su manera. Esto no es frecuente.
Mientras que los héroes viven sus comedias, los villanos
viven sus tragedias. ¡Magnífico Christian Bale que pasa de ser el “Caballero
oscuro” a un perfecto villano oscuro en esta película. Su drama individual
tiene alcance cósmico y será la clave que dé sentido al filme en esa oposición
entre "amores y truenos" que se nos propone.
En Thor: Love &
Thunder está el amor, pero en modo alguno convencional, sino sesgado por el
dolor de la fatalidad. Nos encontramos de nuevo a un magnífica Nathalie Portman
que sabe dar los tres registros, el cómico, el heroico y el trágico en una
continuo desfile de emociones y rostros cambiantes.
El guion de la película es bueno y sabe pasar de la épica
a lo cotidiano, dejando que los personajes fluyan con naturalidad expresando
sentimientos, luciendo vanidad, según el caso.
Donde los niños se ríen, los adultos comprenden el
trasfondo de muerte y fatalidad que recorre la película desde su primera escena
hasta la final, dos dolorosos paréntesis que sostienen el edificio narrativo.
En el fondo, esta película tan divertida trata sobre cómo sobreponerse al dolor
inmenso de perder lo que se ama, de que lo que queremos lo perdemos, como
asegura una sabia canción chino.
En esta película es esencial el ritmo, porque lo es en la
comedia y en la acción. Nadie se detiene demasiado en nada en busca de ese
equilibrio entre las diversas tramas que convergen a través de los personajes
en la historia central, la de los niños secuestrados a los que hay que liberar,
una hermosa metáfora de los propios espectadores.
La atracción de actores consagrados hacia estas películas
del género debe ser algo más que curiosidad. Es el caso de Russell Crowe, un
Zeus histriónico y barrigón, muy político en su papel de rey de los dioses, que
le ofrece la capacidad de reírse de sí mismo a través de una divertida
interpretación del personaje que promete más en el futuro.
Una constante en los guiones de Thor son las
representaciones teatrales de lo ocurrido en momentos anteriores y que nos
muestra divertidas secuencias sobre cómo el pueblo digiere las historias de los
dioses. De nuevo tenemos a un divertido Matt Damon haciendo de Loki y
preguntándose sobre cómo van a contar en el futuro lo que está pasando. En la
escena le acompaña como actor Sam Neil en el papel de Odin sobre el escenario. Es
una forma divertida de plantearse la narración y sus transformaciones
Estupendos Chris Hemsworth y Tessa Thompson en sus tonos
de comedia, llevando la épica adelante como Thor y la Reina Walkyria. Le
asisten las apariciones de muchos otros personajes, como el reparto de los
Guardianes de la Galaxia que aparecen
para la reconstrucción del universo de Thor en episodios anteriores.
Taika Waititi actúa en tres niveles, como director, como coguionista
y como personaje, encarnando al pétreo Korg. Al margen de la actuación, su
trabajo como director es organizar el sano caos que ha creado como guionista,
darle forma para que los espectadores podamos pasar de uno a otro nivel
emocional de forma eficaz. Y lo hacemos, llevados de un lugar a otro, saltando
de espacios y de tonos.
Thor tiene su propio universo dentro del Universo Marvel. El tono cambia cuando forma parte de Los Vengadores y cuando es él el centro. La mezcla de tragedia y comedia, como señaló Charles Dickens, es lo que define a la vida. Hay ideas serias entre bromas y bromas en los momentos más serios. No es fácil sorprender en el Universo Marvel, pero todavía nos llevamos agradables sorpresas. Al final, aplausos de chicos y grandes.
Joaquín Mª Aguirre
Thor:
Love and Thunder (2022)
Director:
Taika Waititi
Guionistas:
Taika Waititi, Jennifer Kaytin sobre los cómics de Stan Lee
Intérpretes:
Chris Hemsworth, Christian Bale, Nathalie Portman, Tessa Thompson, Russel Crowe,
Chris Pratt, Matt Damon...