domingo, 9 de octubre de 2022

Smile (Parker Finn 2022)

La experiencia de una película de terror está en el patio de butacas. Hay películas que se pueden ver en silencio y otras que ganan muchos si escuchas los gritos en la sala. Smile es de estas últimas. La entrada de grupos de adolescentes armadas con sus refrescos y palomitas auguraba un buen público, al que nadie mandó callar, a lo largo de la película.  En Smile se sufre y se disfruta.

Smile es el primer largometraje del director Parker Finn, en cuyo haber solo aparecen dos cortometrajes, ambos pertenecientes a al mismo género. Siendo una película de género es importante saberse las reglas del juego y Parker Finn parece conocerlas bien. En este género, las cosas funcionan o no. No suele haber término medio. El guion de la película es del propio Finn, lo que no confirma el buen conocimiento de esas reglas de género, respetadas tanto en la historia como en su narración visual.

Smile parte de dos inversiones: se le da la vuelta a la "sonrisa", convirtiéndola en un gesto terrorífico; y se le da la vuelta a la psiquiatra protagonista, la doctora Cotter, que pasa de la posición de superioridad de tratar a sus pacientes a convertirse en el centro de la locura. Son dos elementos habituales en el género, pero hay que saber unirlos. El hecho de que hayamos visto imágenes de la película y sepamos ya de esa horrenda sonrisa que aparece en los carteles anunciadores y que sigan funcionando nos muestra que Finn ha sabido graduar el horror para hacer que vaya in crescendo a lo largo del filme. El terror, a diferencia del misterio, no se resuelve al final. Va creciendo desde sus propios fundamentos, desde las raíces bien agarradas. Eso sucede en Smile.

La idea de la inversión se ve potenciada visualmente por la propia película, en la que determinados planos invertidos nos dan cuenta de ese cambio que se está produciendo.

Todo esto no funcionaría sin la presencia de una actriz capaz de hacer que nos sintamos proyectados en ella. Se trata de la actriz Sosie Bacon, quien realiza una estupenda interpretación reflejando el inicial control superior de la psiquiatra sobre sus pacientes y el camino gradual hacia un universo nada racional. Sosie Bacon hace algo muy difícil para cualquier actor o actriz: mantener esa línea de cambio de forma gradual y coherente. Ella es el centro y la referencia de los espectadores, por lo que resulta esencial que ese camino que recorre pueda ser compartido.

A su alrededor se crea un universo que va cambiando en su valoración al adentrarse en la locura en que se ve mezclada. Ese universo es el que le ofrece resistencia, la observa con extrañeza. El personaje de la doctora Cotter se encuentra incomprendida entre dos aguas; solo los espectadores sabes sus padecimientos.

Como hemos señalada en alguna otra ocasión, el cine de terror ha redescubierto la oscuridad gracias a las nuevas técnicas y dispositivos capaces de trabajar en condiciones de luz muy bajas, lo que también aprovecha los humanos temores ancestrales de los espectadores. El ahorro en luz de los filmes norteamericanos es cada vez mayor. Lo que tanto nos cuesta aquí, se lleva drásticamente allí. Ironías aparte, la fotografía pasa a ser un elemento esencial en la creación de ambientes y en esas figuras que salen de habitaciones cada vez más oscuras.

La realización, del filme, la escritura del guion y la interpretación de los actores hacen de Smile un disfrute en donde se nos da mucho, pero también se van desarrollando situaciones que se resuelven en lo inesperado. Lo "esperado" es esencial en el género de terror. Es el juego entre lo que esperamos ver y lo que se nos da a ver donde reside gran parte de ese extraño placer en el sufrimiento en la sala.

Joaquín Mª Aguirre 

 

Smile (2022)    

Director: Parker Finn

Guión: Parker Finn

Intérpretes: Sosie Bacon, Jessie T. Usher, Kyle Gallner, Robin Weigert, Caitlin Stasey, Kal Penn, Rob Morgan, Gillian Zinser, Judy Reyes, Jack Sochet...

Producción: USA

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