En estos tiempos de remakes, secuelas y precuelas, se agradece una película tan sumamente original como es esta Weapons, firmada por el director Zach Cregger, que se hace cargo además del guion y de la música. Todo ello nos hace comprender que estamos ante una película personal, entendiendo aquella que es fabricada en sus detalles esenciales, por más que el cine sea un arte colectivo y complejo.
Esto se
agradece más en un género que busca distanciarse de sí mismo, es decir, romper
con las expectativas que llevamos acumuladas por películas de terror, después
de las cuales es difícil que no te metan en una línea determinada.
Gran
parte del atractivo de Weapons es que no sabes por dónde te va a llevar, algo
que es de agradecer en un género que debería basarse en la sorpresa que casi
nunca ocurre. No sé si llevamos demasiado cine en las espaldas y es difícil no
repetirse. Pero de Weapons puede decirse que logra ser una película original,
que nos tiene en tensión porque no sabemos con qué nos vamos a encontrar en la
siguiente escena.
A esto contribuye el excelente guion, un guion de gran complejidad, atípico en su estructura y calculado al milímetro, en el que todo encaja.
En las
películas de terror te piden que no cuentes el final, algo que también se
saltan aquí, ya que son ellos mismos los que te lo cuentan en las primeras
frases que se nos dirigen. Pero tiene su propia lógica que esto ocurra, ya que
el filme, por decirlo así, no va hacia el final, sino al principio. Esto solo
puede hacerse con un guion construido con la precisión de un reloj suizo (de
los de antes).
El
guion nos va dando información que se completa en distintos momentos del filme, por lo
que vamos comprendiendo lo que no comprendíamos en el momento adecuado para la
evolución del conjunto.
Ajustada
a lo que el filme requiere, la oscura fotografía de Larkin Seiple. La oscuridad
casa bien con el género y el mundo que se nos describe.
Impecables
los actores, de la estupenda Julia Garner al veterano Josh Brolin, que forma
parte de los productores de la película y al que suponemos fue fácil enganchar
para el proyecto tras la lectura del guion. Los demás actores dan la talla,
incluido el niño Cary Christopher, que borda su papel.
Cregger
sabe dar el protagonismo a los personajes en esta historia discontinua que
juega con un principio básico que se suele olvidar con demasiada frecuencia: lo
inexplicable es inexplicable.
Una muy
grata sorpresa en la cartelera veraniega. Durante la proyección no se escucha
un alma en la sala. Solo una persona salió al baño.
Director:
Zach Cregger
Guionista:
Zach Cregger
Intérpretes:
Julia Garner, Josh Brolin, Alden Ehrenreich, Austin Abrahams, Cary Christopher,
Benedict Wong, Amy Madigan...
Música:
Ryan Holladay, Hays Holladay, Zach Cregger
Fotografía:
Larkin Seiple
Nacionalidad:
Estados Unidos
Duración: 128 minutos
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