La película “No te preocupes, querida” (2022) tiene dos grandes virtudes. La primera es la interpretación de Florence
Pugh, una actriz que va creciendo, de enorme personalidad y presencia en
pantalla. Pugh nos ha dejado estupendas interpretaciones en todos los
registros, de la comedia (Viuda Negra)
a la tragedia (Lady Macbeth, Midsommar), pasando por Mujercitas, por la que estuvo nominada
al Oscar. Pugh es una garantía interpretativa, con una presencia que fascina a
la cámara en cualquier posición o ángulo. Su estilo es muy personal, una actriz
intuitiva, con gran fuerza vital y que acierta en la construcción de sus personajes.
El segundo factor importante en la película es la
meticulosa, matemática, dirección de Olivia Wilde, actriz y productora conocida
por el gran público por su labor como actriz en la serie House, con ocho trabajos en su haber, de videoclips a dos
largometrajes. Vemos en ella una gran capacidad creativa, una labor concienzuda de puesta en escena y de cuidado del detalle visual y narrativo.
Cuanto menos se sepa de esta película más se disfrutará
de su compleja construcción, tanto de guion como visual, dos aspectos que no
siempre van de la mano. Hay películas que hay que seguir con el ritmo que se
nos propone, ser naif, estar mental y
visualmente en cada momento en el lugar que se nos pide.
“No te preocupes, querida” es una historia que se
desarrolla a su propio ritmo, algo esencial para el género esquivo en el que se
mueve. Si la recomienda, no dé muchos detalles, Deje que los otros sigan el
proceso natural de acceso a la historia.
La película destaca en la fotografía, dotada de un color
y brillo particulares en función de los escenarios, algo que tiene pleno
sentido para el relato, creando climas emocionales adecuados. También es
destacable el montaje, que da en cada momento un ritmo adecuado, tanto a las
escenas como en la gradación de la película, que va creciendo en tensión. La distinción
en diversos niveles se refuerza con las diferencias visuales.
El complejo guion es de Katie Silverman, que también fue autora
del anterior largometraje de Wilde, un filme muy distinto a este. "No te
preocupes, querida" se desarrolla sobre una historia creada por Carey y
Shane Van Dyke.
La historia tiene mucho de fábula inquietante, que se
resuelve en una dimensión moral, en una enunciación clara de aquello que
denuncia y vamos descubriendo. El personaje de Pugh nos hace sentir la soledad y el aislamiento
progresivo al que se ve sometida. Quizá sea ese contraste entre la fuerza de la
actriz y la frialdad del entorno de donde resulte más atractivo este
interesante filme.
"No te preocupes, querida" está construida sobre los pequeños detalles, sobre las formas, sobre los movimientos, convertidos todos ellos en signos de una realidad más allá de lo que vemos. Wilde nos sitúa junto a la protagonista para ir captando con ella el sentido que se nos escapa.
Nos gustaría poder extendernos aquí en los detalles de
esta película, pero es mejor que sean los espectadores los que se adentren en
ella de forma poco condicionada.
Joaquín Mª Aguirre
No te preocupes, querida (Don’t Worry, Darling 2022)
Directora: Olivia Wilde
Guion: Katie Silverman, sobre una historia de Carey y
Shane Van Dyke
Intérpretes: Florence Pugh, Harry Styles, Chris Pine,
Olivia Wilde, Kiki Layne, Gemma Chan...
Producción: USA 2022