La
historia del muñeco desobediente que llega a ser niño porque aprende a
sacrificarse por los otros, a controlar su peligroso deseo de independencia e
irresponsabilidad pertenece a un momento pedagógico tanto en Italia como en el
resto de Europa, que empieza a utilizar la literatura ejemplar destinada a la
infancia a través de una pedagogía basada en la acción y en la emoción, antes
que en teorías o normas abstractas. Forman parte de una forma de entender la
literatura infantil y, por ello, la infancia. Los cuentos infantiles siempre
han sido directos y muchas veces terribles. Esos elementos terribles estaban
destinados a ejercer la fuerza pedagógica más vieja, el miedo. De Pulgarcito a
Caperucita, la gran enseñanza es que el que se desvía del camino y se deja
seducir por sus atractivos peligros acaba muy mal.
El
Pinocho de Garrone es una mezcla sutil y eficaz de poesía visual, acertada
interpretación y crudeza de las situaciones. Es un ejemplo de lo que
llamaríamos sin duda "realismo mágico" porque esa es la forma de la
imaginación. El realismo nos muestra una época de hambre, de maldad por los
caminos; la magia permite que un muñeco tome vida y sea aceptado por quien lo
talló como la bendición de un hijo.
Pinocho
es una película bella. Lo son sus imágenes, hermosamente compuestas y
maravillosamente iluminadas con una fotografía delicada, que nos introduce en
la poseía tanto como en el drama. Sí, la fotografía de Nicolai Brüel merece
resaltarse junto a la música de Dario Marianelli, que forman una perfecta
unidad que sitúa al espectador en el punto emocional justo. Cada plano de
Pinocho está compuesto de forma equilibrada. Los paisajes y los personajes se
engarzan en encuadres armónicos y equilibrados visualmente. No hay un mal
plano, por decirlo así, y su ritmo hace que miremos sorprendidos el reloj, ¡han
pasado 125 minutos de proyección sobre los que hemos viajado sin darnos cuenta!
La
historia de Pinocho, como la vida, es un camino. Es una narrativa itinerante en
la que se van salvando escollos. Los personajes son estereotipos de la maldad,
de la codicia, del desinterés. La inocencia de Pinocho y su incapacidad de obedecer
le sacan del camino correcto y le dejan a merced de esos criminales y parásitos
que abusarán de él. Finalmente, Pinocho aprende la dureza de la vida y el valor
del esfuerzo y sacrificio. La narrativa infantil tenía como función mostrar al
niño que el destino está en comprender el mensaje que los adultos que le
quieren le transmiten, que ellos velan por su bien y que alejarse es peligroso.
Cuando Pinocho comprenda la dura lección podrá alcanzar su máximo deseo, ser un
niño de verdad, un niño de buen corazón.
Quizá
todo esto convierte a Pinocho en una película "poco infantil" porque
los niños del siglo XXI no son los del siglo XIX. Carlo Collodi (Collodi era el
nombre del lugar de nacimiento de su madre) era un autor de su época con
objetivos y estrategias de su época y una de ellas era precisamente la
renovación educativa humanizándola. De todos los personajes de la película,
ninguno es tan repulsivo como el brutal maestro que se nos muestra.
La
"Storia di un Burattino" ("Historia de un muñeco") se
comenzó a publicar en 1881. Dos años
después saldría con el título que todos conocemos "Le avventure di
Pinocchio". Pero es esa misma distancia temporal la que da libertad al
director para hacer una bella historia, no supeditada a los gustos pedagógicos
actuales, sino darle una dimensión más allá de la infancia, atemporal y
universal. Pinocho es una especie de "ello" freudiano guiado por la
búsqueda del propio placer que deberá asumir el "principio de
realidad", asumir que la vida es dura y que sobrevivir es un ejercicio de
contención, de respeto a los demás, de sacrificio por lo que se ama y no solo
por lo que se desea.
Pinocho
es un placer visual. Es cine más allá de la historia por una enorme armonía de
todos sus planos, fotografía, música. Eso es muestra de un enorme amor por el proyecto por parte de todos los
que han participado y también de una idea clara de hacia dónde se camina.
Una película
hermosa, una pequeña joya.
J.A.
Pinocho
(2019)
Director:
Matteo Garrone
Guionistas:
Matteo Garrone y Massimo Ceccherini
Intérpretes:
Federico Ielapi, Roberto Benigni, Rocco Papaleo, Massimo Ceccherini, Marine
Vacth, Gigi Proietti, Alida Baldari Calabria, Alessio Di Domenicantonio, Maria
Pia Timo, Davide Marotta, Paolo Graziosi, Massimiliano Gallo...