Desde sus dos películas anteriores sobre ciencia-ficción, el director alemán Tim Fehlbaum da un salto a una complejísima realidad, la de la masacre producida en Múnich durante las Olimpiadas de 1972, con la toma de rehenes israelíes por parte de un grupo terrorista árabe.
Es
imposible ver esta película sin pensar en el mundo actual. Por más que se ocupe
de un hecho del pasado, el espectador vive en el presente y es hijo de su
tiempo. No puede haber distancia, por
decirlo así; el presente interfiere constantemente con lo que contemplamos. Y
el presente es evidentemente, la guerra de Gaza con sus secuestros de israelíes
por parte del grupo Hamás. Nadie puede obviar el presenta
La película es un ejercicio riguroso de subjetividad en un sentido posicional: el punto de mira se sitúa en el equipo de televisión de la cadena norteamericana ABC, que es quien estaba en ese momento, en ese día, cubriendo las Olimpiadas.
La
película nos ofrece dos tipos de imágenes, las que ocurrieron ante las cámaras,
los hechos captados hasta donde pudieron ser recogidos e interpretados sobre la
marcha; y un segundo tipo, las que nos
muestran las decisiones de los periodistas deportivos enfrentados a la
incertidumbre de lo que pueden mostrar y de lo que pueden creer de las
diferentes fuentes, incluidas las oficiales, que manejan. El mundo, ofrecido en
directo, está sujeto a las limitaciones, malentendidos, manipulaciones, y esto
es algo a lo que se tienen que enfrentar. No se trata de contar algo que ya
sucedió, sino algo que está sucediendo, un flujo que han de interpretar,
decisiones que han de tomar.
Desde
el punto de vista cinematográfico, la película es espléndida. Lo es
especialmente en su montaje, en la forma en que el recorte de los planos va
reconstruyendo un mundo cada vez más cerrado, centrado en lo que se puede ver
en las pantallas y en los profesionales que miran tratando de adivinar qué es
lo que ven.
Nos
dicen al final de la película que fue la primera vez que se transmitió un acto
terrorista por TV y nos dan el datos de los millones de espectadores de todo el
mundo que lo vieron. Se introduce la reflexión de los propios profesionales de
la información sobre si aquel acto se está haciendo precisamente para sus ojos,
para los de sus espectadores, un problema que se inició entonces y que sigue
ahora en un universo más mediático. Hay un momento en el que se preguntan por
cómo lo estarán viendo aquellos que no disponen a principio de los 70 de
televisores en color.
En lo
interpretativo, el filme —alemán— se hace con un reparto sólido, integrado por
los profesionales norteamericanos, que son los que están en los estudios de la
ABC en la Olimpiada. Creíbles todos ellos, al haber hecho una película sin
estrellas, por decirlo así, con lo que es más fácil evitar el distanciamiento
de la historia. La integración en la película de los materiales informativos del
momento, es decir, lo que el mundo vio en aquellas horas, lo acerca a lo
documental integrado. Es uno de los logros de la película, mostrar esa conexión
con lo producido entonces.
La fotografía de Markus Förderer y el montaje tienen especial relevancia para la creación tanto del ritmo como de la situación psicológica del grupo. La música refuerza la tensión vivida.
La
película es compleja en lo histórico y reflexiva sobre lo que significa contar en
un mundo en marcha, desconociendo el final, frente a lo que supone conocerlo
hoy, en 2025. Quizá se nos muestra el tránsito de contar lo que ocurre a la
producción de una "realidad" ad hoc para ser contada.
Es una
película con muchos valores desde el punto de vista de lo que supone informar e
informar en un mundo, como el de entonces, incapaz de enfrentarse a una
situación nueva —de las noticias a la actuación policial— y de lo que supone
ser hoy espectador en esta "sociedad del espectáculo", de las post
verdades, de bulos y desinformación.
Joaquín Mª Aguirre (UCM)
Septiembre 5 (2024)
Director:
Tim Fehlbaum
Guionistas:
Moritz Binder, Tim Fehlbaum, Alex David
Intérpretes: Peter
Sarsgaard, John Magaro, Ben Chaplin, Leonie Benesch, Zinedine Soualem, Georgina
Rich, Corey Johnson, Marcus Rutherford...
Música:
Lorenz Dangel
Fotografía:
Markus Förderer
Nacionalidad: Alemania
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