sábado, 30 de noviembre de 2019

Last Christmas (2019)

Una elfo perdida
Last Christmas es una película de "navidad", como evidencia el propio título, pero pasada por George Michael y Wham!. La Navidad no pasa y la canción de Michael tampoco. Hay películas navideñas, que van del  ¡Qué bello es vivir!, como un gran clásico, al Grinch o a la Pesadilla de Tim Burton, como clásicos modernos. Si no tienes nada contra la Navidad (hay gente para todo), tampoco deberías tener nada contra las películas de Navidad.
Como género (las películas de navidad lo son), tiene sus reglas y la obligación de un final feliz que nos llene de espíritu navideño, que aunque no esté del todo bien definido, más o menos lo entendemos todos. 
Last Christmas es un "calcetín" lleno de regalos no siempre navideños. Los primeros y más evidentes son las actrices: Emilia Clarke, Emma Thompson y Michelle Yeoh. Ya solo por estas tres actrices carismáticas merece la pena. La simpatía explosiva de Emilia Clarke deja ver las raíces oscuras detrás de un personaje que lleva la sonrisa puesta en su desordenada vida, que se pasa vestida de elfo en una tienda navideña. Emma Thompson es capaz de hacer de todo, cualquier personajes, cómico o dramático, hasta de deprimida madre yugoeslava. Y Michelle Yeoh es una de esas actrices que llenan la pantalla y aquí da vida y humanidad a un personaje lleno de ironía y encanto.
Los actores que les dan las réplicas cumplen estando a la altura de las tres mujeres que representan formas diferentes de entender la vida pero persiguiendo lo que nos dejamos fuera de la maleta en algún traslado existencial, la felicidad. Henry Golding (Tom Webster) y Emilia Clarke (Kate), configuran una pareja bien compenetrada en la pantalla. Boris Isakovic (el padre de Kate) tiene un papel lleno de humanidad, dándole la réplica a una histriónica y divertida Emma Thompson. El danés Peter Mygind (Chico) compone un personaje surrealista como el fascinado aspirante a pretendiente de Michelle Yeoh (Santa).



Hay otros muchos personajes que sirven para reflejar las tensiones de una familia inmigrante en Reino Unido, llegados de la guerra de la antigua Yugoeslavia, y sometidos a los desajustes de sus propias historias, esperanzas frustradas y momentos perdidos. El padre no puede ejercer su profesión porque no le reconocen el título y se tiene que dedicar a conducir un taxi. Las hijas, Kate y Marta (Lydia Leonard), pagan las consecuencias del deseo de sus padres de que tengan éxito donde ellos se ven relegados. La familia es un desastre, un grave problema de vidas complicadas por la vida y las expectativas y no ser aceptados como son, ni dentro ni fuera.
Pero el valor de la película se encuentra en que no por ser "navideña" se obvia el mundo real. Si en ¡Qué bello es vivir! se nos mostraba con toda crudeza la Norteamérica de la depresión, aquí se nos muestra la xenófoba Gran Bretaña del Brexit en su crudeza cotidiana. 
Ese el fondo real de la película y lo que justifica un proyecto crítico camuflado de Santa Claus. Los buenos deseos navideños, las luces navideñas que engalanan las ciudades,  ocultan muchos odios y desprecios. Otra navidad es posible, parece que se nos propone en lo personal y en lo social. No hay moralina, sino detalles que nos llevan a la realidad.



Lo internacional del reparto es una demostración de la intención de la propia película, un canto a la diversidad en todos los órdenes (étnico, sexual, social) y una celebración del espíritu solidario. La diversidad de los actores y sus condiciones es en realidad el auténtico mensaje de la película, lo que la convierte en una verdadera película "navideña" sin necesidad de tener que recurrir al exceso.
Todo esto es un acierto de guión, lo que nos lleva a Emma Thompson. La película es un proyecto de una mujer que ha sabido hacer de todo y casi todo bien. Ganadora de Oscar, Emmy, Globos, los premios británicos BAFTA y de todo lo que se puede ganar como actriz y guionista, atesora un palmarés que probablemente nadie pueda igualar como conjunto. Thompson ha dado muestras de inteligencia, sensibilidad y conciencia social (y política) a lo largo de su carrera. Suyo es este guión y se nota. Sale su valor de guionista en dos o tres secuencias con magníficos diálogos, llenos de sentido y sabiduría (el diálogo en el piso de Tom) o las reflexiones de la propia Kate y otros de humor (la visita a la doctora o las comidas familiares).


Se nos muestra una Gran Bretaña con momentos xenófobos (la escena del autobús) y otra variopinta, llena de gente de todo tipo, origen y condición, que se aceptan. El albergue de los indigentes, en su variedad, es un espacio más humano que el ambiente que se percibe fuera. El miedo de los padres de Kate a ser expulsados de Gran Bretaña es una presión ambiental, se consume o no, una angustia con la que viven los personajes en su día a día.
La película es un proyecto claro de Emma Thompson, su trabajo como guionista, actriz y productora. Para la dirección se ha contado con el director y actor Paul Feig —con una muy divertida comedia anterior, Un pequeño favor (2018) que pasó casi desapercibida y que está llena de inteligencia e ironía—, caracterizado por sus trabajos satíricos en la TV, director en series como Nurse Jackie o The Office (y algún desliz cinematográfico como "Cazafantasmas" (2016), difícil de salvar). Aquí está eficaz sacando partido a los actores y a las situaciones sin necesidad de malabarismos visuales, mostrando un Londres hermosamente retratado en rincones desconocidos.
Más allá de la Navidad, las película nos muestra que ser feliz es querer ser feliz, algo que nadie te puede quitar, que está en nuestras manos y en nuestra forma de ver el mundo. La complicada Kate descubre que se puede ser feliz entre aquellos que no tienen demasiado para serlo. La alegría de vivir es la mejor arma.



Es un tópico decir que para disfrutar de la películas "navideñas" hay que ser un poco niños. Esta no lo requiere. Por el contrario, nos hace pensar sobre muchas cosas que los adultos desperdiciamos y no deberíamos hacer. 
Como película "navideña" tiene su propia sorpresa, su regalo envuelto para la sorprendernos. Pero eso se lo dejamos a cada espectador. Es placer suyo desenvolver los regalos.
Para los que nos gusta la navidad... y además Emilia Clarke, Emma Thompson y Michelle Yeoh,  ya es un pequeño regalo.
J.A.



Last Christmas (2019)   
Director: Paul Feig
Guionistas: Emma Thompson (historia y guión), Bryony Kimmings (guión) y Greg Wise (historia)
Intérpretes: Emilia Clarke, Michelle Yeoh, Henry Golding, Emma Thompson, Boris Isakovic, Lydia Leonard, Peter Mygind, Ritu Arya, Laura Evelyn, Ingrid Oliver, Rebecca Root

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