Ahora que tenemos todos los días en las noticias algo sobre la Inteligencia Artificial, The Creator nos presenta una perspectiva nueva, la de un mundo dividido entre humanos y simulantes. Pero creo que la película apunta a otro conflicto, esta vez de tipo geopolítico y especialmente el de la propaganda.
La
Ciencia-Ficción siempre ha servido como crítica del presente proyectada hacia
el futuro y The Creator nos habla
tanto de hoy como de mañana. Es un mañana postnuclear, gestionado desde la
política y desde una cultural imperialista que se percibe desde el inicio en la
propia geografía que se nos propone.
The Creator es una buena película de Ciencia-Ficción. Es una película de género, pero que establece sus propias leyes que la hacen muy especial. Es una intensa historia de amor por encima del mundo, con sus golpes de guión. Pero es también una forma de plantear un problema de hoy proyectándolo hacia el futuro.
Toda película de Ciencia-Ficción tiene que crear o recrear un mundo, un momento en el que definir su forma. La manera elegida por Gareth Edwards, su director, y guionista junto a Chris Weitz, es un presente definido por la reclusión de los enemigos de la IA en Asia, adoptando sus formas y también una cultura budista que asumen como fondo.
La
definición del universo creado, de su historia y acontecimientos, de sus
hábitos y "normalidad" es esencial en la Ciencia-Ficción y de ello
depende en gran medida la coherencia de la acción y nuestra capacidad para
asumirla. En The Creator se nos ofrece un mundo coherente en el que se
desarrolla una idea inicial simple que liga lo general (la guerra) con lo
particular (la peripecia sentimental) convirtiendo al mismo objeto, en este
caso una niña fruto de la Inteligencia Artificial, en la confluencia de ambas.
La
historia está bien planificada en su sencillez, bien contada en su complejidad
visual, y bien interpretada asumiendo los personajes el universo en el que se
mueven. Es mérito de la dirección haber logrado dar cohesión al conjunto y
hacer confluir las líneas hacia un final en el que todo se acelera. El espacio
de los sentimientos deja lugar a la acción donde son los diseños de ese mundo
tecnológico los que prevalecen. Una buena combinación entre mundos sin que se
rompa la relación entre ellos.
Visualmente,
la película es atípica en la Ciencia-Ficción que tiende más a mostrar la
tecnología creada y a la concentración en espacio de este tipo. En The Creator
hay una predilección por contrastar ambos mundos, el natural en el que habitan
los simulantes, contemplado desde sus
propias creencias budistas y espacios, frente al de la frialdad del producido
por los norteamericanos, identificados como tales en esta guerra desigual.
Buenas interpretaciones de John David Washington, de una actriz como Allison Janney siempre pendiente de buenos papeles para dar lo bueno que tiene, con Gema Chan y la niña Madeleine Yunba Voyles. Presencia eficaz del veterano Ken Watanabe.
El
director ha sabido crear un ambiente sórdido para este mundo contrastando los
dos escenarios principales, el norteamericano y el asiático, donde logra
recrear esas diferencias extremando los elementos culturales dándoles prioridad
sobre los tecnológicos. La idea es que en ese mundo futuro, capaz de
desarrollar las inteligencias artificiales con plena humanidad, los simulantes adoptan la humanidad en todas
sus consecuencias.
Una
película atípica en muchos aspectos, como ya lo era Rogue One dentro del universo Star
Wars. Su fondo es la idea de "verdad oficial", de manipulación, del descubrimiento de una verdad aceptable.
Joaquín
Mª Aguirre
The Creator
(2023)
Director:
Gareth Edwards
Guion:
Gareth Edwards y Chris Wietz
Intérpretes:
John David Washington,Madeleine Yuna Voyles, Gemma Chan, Allison Janney, Ken
Watanabe, Sturgill Simpson, Amar Chadha-Patel...
Nacionalidad:
USA