Una pequeña joya británica, un cine basado en la fuerza del guion y en la calidad de las interpretaciones, "Pequeñas cartas indiscretas" es una de esas películas que pueden pasar desapercibidas porque no disponen de todos esos elementos que convierten una película en espectáculo, pero tiene todo lo que necesita una película para ser una "buena" película, Es uno de esos casos en los que la noticia te llega más por el amigo que la vio que por alguno de esos críticos interesados en la necrofilia fílmica.
Empezando
por el principio, la fortaleza del guion de Jonny Sweet (Reino Unido 1985),
basado en una historia real que parece fantástica, llevado entre el thriller
local, la crítica de costumbres y un fondo de crítica cultural que pasa a
primer término, Es una radiografía detallista, con ese punto de humor
británico, que no reduce la crudeza de la propia historia de esas tres mujeres
y, finalmente, del concepto de lo femenino, de lo religioso y de la propia
convivencia,
Para que esto funcione hace falta una dirección inteligente, como la que aporta la directora Thea Sharrock, capaz no solo de no perder las sutilezas de la historia dentro del conjunto de la narración, sino de aportar una estética unitaria que da el tono general al filmen. Estupenda comprensión de la historia, de las dos dimensiones, la particular de los personajes y la general del momento, de la social y sus vicios. Comedia, drama, sátira social... la película es llevada con firmeza a través de estos registros, transitando de unos a otros. Magnífica la fotografía que nos retrata ambientes de la intimidad y los locales del pueblo, el escenario social.
El
tercer nivel es el de la interpretación, aquel en el que las ideas, hechos y
sentimientos se hacen carne bajo la piel de los actores, en este caso realmente
bien dirigidas para mostrarnos ese mundo "incompleto",
"limitado" de las tres protagonistas. La increíble Olivia Colman
(¡que actriz, capaz de pasar de ser reina a mendiga!) en el papel de la
frustrada y reprimida Edith Swan; en contraste con ella, la irlandesa Jessi
Buckley en el papel de la vitalista y maleducada Rose Gooding; cierra el trío femenino
sobre el que gira la trama Anjana Vasan, en el papel de Gladys Moss, la "policía femenina" (entenderán
las comillas quienes vean la película) que actúa con enorme inteligencia en un
personaje que está atrapado por el silencio en muchas ocasiones,
Puesto
que una de las líneas que cruzan el filme es el de la hipocresía, la del
fariseísmo, es importante resaltar esta forma de actuar en la que se dice lo
contrario de lo que se piensa, se piensa lo contrario de lo que se muestra y
donde los silencios son muy expresivos, no solo del personaje sino de su
capacidad de expresión ante los otros. Hace falta comprender la motivación
profunda que el propio personaje no llega a entender. Extraordinaria la escena
final en su lucidez.
En este
sentido, la historia en sí y el filme que la trae a la vida, es una indagación,
a través de tres mujeres muy distintas, víctimas de una forma u otra, de una
forma de dominación o anulación. No hay discursos, sino acciones; hay más
preguntas que respuestas. Hay emoción y esa verdad que necesitamos para llegar
a ella.
La historia ocurrió en los años 20, hace un siglo, pero el problema es absolutamente actual, un mundo de difamaciones e insultos. La comedia, como lo debe hacer la auténtica comedia, es la crítica de los vicios sociales. Esta lo hace. Ríete y piensa.
Se estrenó en abril y se puede ver en Moviestar+.
Joaquín Mª Aguirre
Pequeñas
cartas indiscretas (2023)
Directora: Thea
Sharrock
Guion: Jonny Sweet
Intérpretes: Olivia Colman, Jessi Buckley, Anjana Vasan, Timoty Spall, Gemma Jones, Alisha Weir, Malachi Kirby...
Producción:
británica